EMPEZAR POR EL FINAL DEL OVILLO

26.01.2014 20:59

 

La importante devaluación realizada por el gobierno pareciera ser como pretender desenrollar un ovillo de lana por la punta interior. Seguramente generaremos algún destrozo o estrangulamiento.

 

Si bien es claro y reconocido el atraso cambiario que tenía el país, y probablemente se reitere periódicamente, si la herramienta utilizada para su solución es la devaluación del peso aislada,  la medida tomada parece ser empezar por el final.

 

Luego de 10 años de inflación en claro proceso de aceleramiento, un salto devaluatorio amenaza con trasladarse rápidamente a precios, dejando inerte el incremento de la competitividad buscado. Mucho más, teniendo en cuenta la proximidad de las paritarias de los gremios cuyas expectativas de inflación fueron automáticamente actualizadas. Eso sí, este efecto, si bien puede ser neutral para la mejora de la competitividad, generará mayores costos sociales en cuanto a pobreza, desempleo, inestabilidad y desigualdad.

 

El acomodamiento cambiario no debe ser tomado como una medida aislada. De hecho, no la considero una medida de fondo. El éxito y credibilidad de la moneda vendrá dado por el ajuste monetario y fiscal que el gobierno se ha negado a realizar hasta el momento. Deberíamos mirar con muy buenos ojos fuertes alzas en tasas de interés que nos incentiven el atesoramiento del peso, tarifas de servicios públicos que no nos condenen a déficit fiscales insostenibles y una clara señal de austeridad monetaria. Claro está, esto generará un inevitable costo político y económico que debemos atrevernos a invertir para lograr un nuevo sendero de equilibrio que nos rencuentre con el crecimiento económico minimizando el costo social hacia las clases más desprotegidas.

 

Es por esto que comenzar el ajuste por la variable cambiaria, parece ser más que un paquete de medidas un movimiento un tanto improvisado o una apuesta que, de no tener el efecto buscado, acotaría importantes grados de libertad a la política económica del gobierno. Se puso en juego una importante carta, de esas que no hay muchas en el mazo. Mucho más con las idas y venidas acerca del porcentaje aplicable como anticipo de ganancias. Al parecer, no existen muchos indicios que muestren la vocación del gobierno de asumir costos políticos a los cuales ellos mismos se están condenando.

 

Sólo de la correcta implementación de estas medidas de fondo depende que el acomodamiento cambiario resulte en un nuevo sendero de convergencia, si bien sería esperable todavía algunas nuevas devaluaciones de menor envergadura, o un nuevo comienzo de historias ya vividas por el pueblo Argentino, pero que sin lugar a dudas, todavía no hemos comprendido como fenómeno económico objetivo, abstraído de los bemoles y sentimientos políticos.

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Politíca y Economía Argentina valenkuschna@hotmail.com